Encontrarás las Cuevas del Drach en el pueblo de Porto Cristo, en la costa oriental de Mallorca, a unos 65 kilómetros de Palma. No serás el primer “descubridor” de estas grutas, puesto que al parecer ya eran conocidas en la Edad Media, aunque no fue hasta 1896 cuando el espeleólogo francés Martel descubrió la cueva con el gran lago que lleva su nombre. Sin embargo, seguro que sientes un asombro parecido al del primer visitante cuando te adentres en estas cuevas llenas de estalagmitas y estalactitas que crecen un centímetro cada 100 años y con figuras de nombres tan curiosos como la Venus del Nilo, Buda… El recorrido organizado pasa por lagos muy bellos como el Baño de Diana (su color azul turquesa no parece de este mundo) y está iluminado por el ingeniero Carles Buigas, conocido como “el mago de la luz”. Entonces llega el momento que hace que esta experiencia sea original: aparece ante tus ojos el Lago Martel, uno de los más grandes del mundo bajo tierra. Te sientas frente a él, varios músicos surgen de la oscuridad en barcas iluminadas y tocan para ti un pequeño concierto de música clásica en directo hasta que poco a poco suben las luces y “amanece” en el lago subterráneo. Tras el sonido envolvente del chelo y los violines te dan la oportunidad de navegar por el lago… La sensación es de lo más agradable.
