Enoturismo

Vinos regionales para acompañar las tapas españolas

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España es sinónimo de grandes vinos y deliciosas tapas. No hay nada mejor que combinar ambas cosas para que la experiencia gastronómica en tu visita a cualquier destino del país sea inolvidable.  Aquí comienza un viaje por algunas regiones y sus mejores vinos para acompañar recetas típicas, elaboradas con cariño, ingenio y productos de gran calidad.

  • Enoturismo con amigos

    Tierras de Castilla: aroma y fuerza

    En Castilla-La Mancha, tierra de Don Quijote, rodeada de viñedos e interminables llanuras se encuentra Valdepeñas, localidad de Ciudad Real de fama mundial por su vino tinto. Puedes disfrutarlo con tapas de chorizo a la sidra, morteruelo, tortilla de patata, o con una pequeña cazuela de barro con gachas o migas manchegas. Continuamos por Castilla y León buscando el sabor reconfortante de un buen Ribera del Duero, picando unos torreznos crujientes, croquetas de jamón, pinchos morunos, una porción de hornazo o las típicas patatas bravas. El verdejo es una variedad de uva blanca que cada vez está ganando más adeptos. Como muestra, el que se elabora en Rueda (Valladolid), perfecto para acompañar unos boquerones en vinagre y todo tipo de encurtidos.

  • Patatas con chorizo

    La singularidad de La Rioja y Aragón

    En Aragón los vinos tintos maridan especialmente bien con las carnes y combinan a la perfección con jamón con chorreras o una tosta de embutido ibérico. También elaboran vinos blancos de gran calidad. Pruébalos con unos champiñones asados rellenos de taquitos de jamón, ajo y perejil. ¡Son una delicia! Muy cerca está La Rioja, cuya Denominación de Origen de las más conocidas en todo el mundo en lo referente a caldos españoles. Las tapas más típicas de la región son patatas a la riojana, un matrimonio (anchoa y boquerón), piquillos rellenos de brandada de bacalao o de carne picada, morros tostados o embuchado a la plancha. ¡Las posibilidades son infinitas!

  • Pareja disfrutando de vino y tapas variadas

    Norte peninsular: con sabor a mar

    Si hay un vino que encaja a la perfección con el pescado y el marisco ese es, sin duda, el blanco. En Galicia tienen ambas cosas en abundancia y con una calidad excepcional. Allí se elabora el albariño, fresco y afrutado, que marida muy bien con tapas como los mejillones al vapor, un trocito de empanada de atún o pulpo a feira. Algunas de las denominaciones de origen más destacadas son las de las Rías Baixas, Ribeiro y Ribeira Sacra, sensacionales con los pimientos de Padrón o calamares a la romana. El txakoli del País Vasco se toma con gildas, bacalao rebozado o tortilla de hongos y setas. No dejes pasar la oportunidad de probar el vermut rojo de Getaria con boquerones fritos o en escabeche, tosta de queso, frutos secos o un pintxo de foie gras.

  • Vino de Jerez, Andalucía

    Alegría andaluza y tradición extremeña

    Saborea una tapa de gambas al ajillo, aceitunas o espetos de sardinas a la brasa con un blanco Denominación de Origen (D.O) Jerez, emblema de los vinos manzanilla o finos tan típicos de la Feria de Abril. En Andalucía también destacan vinos blancos como los de la D.O. Montilla-Moriles, D.O. Málaga o Cazalla de la Sierra. Imagina degustar estos caldos con ensaladilla rusa, gamba blanca de Huelva, tortillita de camarones, pescaíto frito o salmorejo. ¡Irresistible! Las D.O. Ribera del Guadiana y D.O. Matanegra de Extremadura son fantásticas para maridar con contundentes aperitivos como una tapa de jamón ibérico, queso torta del Casar, cochifrito, pringue o chanfaina, a base de carne de cordero.

  • Copas de cava con tapa

    Un toque de distinción mediterráneo

    Entre los vinos espumosos se encuentra desde el típico cava catalán y sus múltiples variedades como brut, semi-seco o dulce. El del Penedés (Barcelona) es sensacional para beber mientras pruebas una coca de recapte (con berenjena y pimientos), gambas a la plancha, espárragos verdes, tosta de salmón y almejas a la marinera. Pero lo mejor es que no solo combinan bien con salado. Algo especial de estos espumosos es su excelente relación con los postres típicos de estas zonas: tarta de manzana, tiramisú, crema catalana, flan de huevo o en un sorbete de limón. En la Comunidad Valenciana, donde además de la paella saben mucho de arroces y fideuás de todo tipo, una magnífica opción es la D.O. Utiel-Requena. Otra alternativa, esta vez en Murcia, es probar las albóndigas con tomate y picado de morcilla sobre pan tostado acompañando al tinto de Jumilla.

Cada copa de vino y cada tapa expresa la esencia de los territorios e invita a disfrutar de cada instante. España es un paraíso gastronómico que anima a descubrir sus regiones no solo a través de la vista, también del gusto y del olfato. ¡Buen provecho!