Camino de Santiago a Fisterra y Muxía

La primera jornada discurre de Santiago de Compostela a la villa medieval de Negreira. Al llegar a Sarela de Abaixo podrás disfrutar de una bonita panorámica de la ciudad, capital de Galicia. Otro aliciente de este tramo es conocer Ponte Maceira, uno de los pueblos más bonitos de España. Contempla su puente de piedra sobre el río Tambre y el conjunto monumental formado por el poblado primitivo, un antiguo molino, una presa, la capilla de San Blas y el Pazo de Baladrón (S.XIX). Negreira, en la que destaca la capilla de San Mauro o el pazo do Cotón, fue mencionada por Ernest Hemingway en su novela ‘Por quién doblan las campanas’. Más información: De Santiago de Compostela a Negreira

Aunque con desniveles suaves, se trata de la etapa más larga del Camino a Fisterra y Muxía. Disfrutarás de maravillosos tramos de vegetación autóctona con tojos, maizales, pinos o eucaliptos y atravesarás pequeñas aldeas cuya arquitectura es auténtica seña de identidad.  Hórreos como los de As Maroñas o iglesias románicas como la de Santa Mariña, son solo algunos ejemplos. Desde el monte Aro, a 556 metros de altitud, podrás admirar buena parte de la comarca de Terra de Xallas, territorio conocido por su artesanía de cestería y sus originales sombreros femeninos de paja. Tras alcanzar el mirador de Corzón y pasar Mollón llegarás pronto a tu destino:  el centro de Olveiroa. Más información: De Negreira a Olveiroa

Durante la tercera jornada vas a disfrutar de paisajes espectaculares de camino al océano Atlántico, en el trayecto que une Olveiroa y Corcubión. Lo primero es ascender al Alto do Sino y contemplar las maravillosas vistas sobre el valle del río Xallas y el embalse de Castrelo. A continuación, atravesarás las aldeas de Logoso y Hospital. Poco después encontrarás la rotonda que bifurca los caminos a Muxía y Fisterra, donde deberás elegir el desvío de la izquierda hacia Cee. A tu paso, entre frondosos bosques, se sucederán: la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, la capilla de San Pedro Mártir y el cruceiro da Armada, monumento desde el cual obtendrás la primera panorámica del ansiado mar. Ya solo falta descender hasta Cee, el municipio más grande de la Costa da Morte, en el que podrás disfrutar de su playa de la Concha y visitar la Iglesia de Santa María de Xunqueira o las construcciones modernistas de Casa Mayán y Guillén. Finalmente, en Corcubión, no dejes de visitar la iglesia de San Marcos, de estilo gótico-marinero del siglo XV. Más información: De Olveiroa a Corcubión

Comienza el tramo que conduce a Fisterra, lo que para los romanos era el ‘fin del mundo’ y donde los celtas rendían culto al sol. Toma como referencia el mar para guiarte por este inspirador recorrido que combina vegetación e impresionantes playas, como la de Sardiñeiro, la solitaria cala de Talón, o la playa de Langosteira, un lugar recomendable para darse un chapuzón si el tiempo lo permite. Una vez en Fisterra, ya solo queda seguir la carretera de ascenso al faro, pasando por la iglesia de Santa María das Areas, donde se encuentra el Santo Cristo de Fisterra, y disfrutar después del atardecer. Más información: De Corcubión a Fisterra

Al final de esta quinta y última etapa del camino te espera una de las villas más bonitas de toda la Costa da Morte, Muxía, y la meta final en su santuario de A Barca. Para comenzar el recorrido es necesario volver desde Fisterra hacia la playa de Lagosteira y, en la Cruz de Baixar, tomar la dirección hacia la parroquia de San Martiño de Duio. Después de atravesar aldeas, bosques y cultivos de maíz, bordearás la playa de O Rostro antes de ascender hasta Padrís, para tomar a continuación rumbo a Lires. La arquitectura popular y religiosa de esta zona se plasma en iglesias de origen románico como la de Santa Locacia de Frixe y la de Santa María de Morquintián. El ascenso al alto de As Aferroas y el monte Facho de Lourido, a 289 metros de altitud, será el último esfuerzo antes de llegar a la villa marinera de Muxía. Previamente a la visita al icónico santuario podrás coger la ‘muxiana’ (credencial de final de camino) en la oficina de turismo del pueblo. Ya solo queda disfrutar del espectáculo de las olas rompiendo contra el acantilado sobre el que se ubica el templo barroco. Más información: De Fisterra a Muxía